La nación Uru Chipaya atraviesa una de las etapas más trascendentales de su historia contemporánea. En este lugar donde el viento silva, gira y canta a los cuatro puntos cardinales y donde la temperatura alcanza fácilmente los 11 grados bajo cero, los descendientes directos de los chullpas, como ellos lo afirman, han iniciado la reconstitución de su gobierno por normas y procedimientos propios y ahora cuentan con el reconocimiento formal en la estructura del Estado Plurinacional, a través de su Estatuto Autonómico.
Uru Chipaya se encuentra en la provincia Sabaya del departamento de Oruro. Su nombre lo deben a la forma reforzada (ch’ipata, chipaya en adaptación a la lengua aimara) como construyen sus viviendas. Tiene una población de 2.003 habitantes, según el último censo de población y vivienda realizado el año 2012.
El 6 de diciembre de 2009 iniciaron el camino para la reconstitución de su autogobierno junto con otras 10 entidades territoriales, cuando con el 91,7% de votos de sus habitantes dijeron Sí a la pregunta: “¿Está de acuerdo con que su municipio adopte la condición de Autonomía Indígena Originario Campesina de acuerdo con los alcances y preceptos establecidos en la Constitución Política del Estado?”.
Hubo dos razones esenciales para iniciar el camino a la autonomía indígena. La primera fue la posibilidad de restituir y reconstruir su territorio despojado por sus vecinos aimaras, y terminar con el saneamiento de sus tierras bajo la modalidad de Territorio Indígena Originario Campesino (TIOC), que iniciaron en 2007 y en la que demandaron 166.947,08 hectáreas; el segundo factor fue revalorizar su cultura, su idioma y escritura que aún conservan.
Ezequiel Condori, jilakata del ayllu Manazaya, grafica este proceso de despojo de su territorio: “Antes teníamos grande [terreno], era desde Oruro; pero nuestros abuelos y tatarabuelos eran tímidos. Al momento nosotros tenemos un terreno muy chico, reducido totalmente. Por eso hemos pensado en ser autónomos porque no podemos ser fácilmente avasallados por los aimaras”.
Después de diciembre de 2009 comenzó la segunda etapa en este proceso de reconstitución de su autogobierno: la construcción de su Estatuto Autonómico. Para ello, en septiembre de 2010 conformaron el Órgano Deliberativo con 24 estatuyentes: cuatro representantes (dos hombres y dos mujeres) de cada ayllu (Manazaya, Aranzaya, Wistrullani y Ayparavi); dos representantes del Gobierno Municipal, además de los jilakatas mayores y segundos de los ayllus. Zacarías Huarachi, quien se encontraba como Jilakata del ayllu Aranzaya, fue electo Presidente de este ente deliberante.
Germán Lázaro, ex jilakata mayor del ayllu Aranzaya, fue el responsable de realizar el trámite correspondiente para obtener los requisitos que les permitiera habilitarse para la consulta, así lo explica en el siguiente video:
Si bien el proyecto se concluyó el 2011 y fue entregado, de forma simbólica, en diciembre de ese mismo año al Presidente del Estado por la hija de Huarachi, Jésica Huarachi; antes de ser remitido al Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) debía estar respaldado por una resolución del Tribunal Supremo Electoral (TSE), en la que debía constar que la conformación de su Órgano Deliberante se realizó de acuerdo a normas y procedimientos propios. La nación Uru Chipaya hizo esta solicitud de supervisión recién el 7 de septiembre de 2012.
La Sala Plena del TSE estableció, mediante Resolución Nº 181/2012 del 27 de septiembre, que la nación Uru Chipaya cumplió con sus normas y procedimientos propios para la conformación de su Órgano Deliberante para la elaboración de su proyecto normativo. El Estatuto fue remitido a control de constitucionalidad en noviembre de 2012 y recién el 2014, tras diversas presiones que se realizaron a través de la Coordinadora Nacional de Autonomías Indígenas Originario Campesinas (CONAIOC), se obtuvo la primera declaración de constitucionalidad. Finalmente, la declaración de constitucionalidad plena se realizó el 27 de marzo de 2015.
El proyecto de Estatuto se sometió a referendo autonómico el 20 de noviembre de 2016, donde el Sí a su aprobación y puesta en vigencia obtuvo el apoyo del 77,4% (438) de los votos emitidos. Con su aprobación, la nación Uru Chipaya inició el proceso para la conformación de su autogobierno indígena, de acuerdo a nomas y procedimientos propios.El Estatuto consta de 75 artículos, cuatro disposiciones transitorias y una disposición final, y establece la conformación de tres instancias de gobierno: el Chawkh Parla, como máxima instancia del ejercicio de la democracia en la nación Uru Chipaya, conformado por las mänakas y los ephnakas (mujeres y hombres) autoridades originarias, políticas, instituciones públicas y comunitarias, y dirigido por el Qhastan Yoqztan qamñi zóñi, máxima autoridad de la nación Uru Chipaya. El Laymis Parla (Órgano Legislativo), conformado por ocho Tantïñi Layminaka mä eph (legisladores): cuatro elegidos en cada ayllu y cuatro Rëph rët’alla (autoridades originarias) segunda que se encuentran en ejercicio de su cargo. El Lanqsñi paqh mä eph (Órgano Ejecutivo), compuesto por un responsable de la ejecución de las competencias asignadas por la Constitución Política del Estado, así como de los mandatos emanados del Chawkh Parla.
De acuerdo a sus normas y procedimientos propios, los cargos son ejercidos por rotación entre los cuatro ayllus. En el caso del Qhastan Yoqztan qamñi zóñi, la elección se realizó el 6 de abril de 2017, durante el Chawkh Parla convocado por las autoridades de la Comisión de Transición. El cargo recayó en Paulino Condori, del ayllu Manazaya, electo por el sistema de filas de entre otros dos postulantes propuestos por los ayllus Ayparavi y Wistrullani. En esa ocasión el ayllu Aranzaya no presentó a su candidato debido a que este ayllu ejercía el cargo saliente.
“He sido posesionado por el Mallku Jilarata. Hay que trabajar el Estatuto de la autonomía que tenemos, eso hay que cumplir. Como me ha elegido el pueblo, estoy trabajando desde mi posición y coordinadamente con las autoridades originarias que son propulsoras de la autonomía, los jilakatas de los cuatro ayllus me están acompañando”, explica Condori en el siguiente video:
La autoridad es responsable de coordinar con los representantes de los cuatro ayllus y el Servicio Intercultural de Fortalecimiento Democrático (SIFDE), del Órgano Electoral Plurinacional (OEP), el proceso de elección de las autoridades de los otros dos órganos de gobierno. Para ello, junto a los jilakatas mayores y jilakatas segundas mayores de cada ayllu, y con el apoyo de un técnico, desarrollaron un Reglamento para la elección de las autoridades de los otros dos órganos, donde establecieron que la forma de elección de las y los cuatro representantes territoriales al Laymis Parla, así como del Lanqsñi Päqh mä eph será mediante el sistema de filas o por aclamación.
El Reglamento fue puesto a consideración durante el Chawkh Parla del 21 de mayo de 2017, donde fue aprobado en su integridad después de una revisión en grande y en detalle, y regirá en todos los procesos electorales que se desarrollen en la nación indígena, por lo cual las y los chipayeños procuraron no incorporar las fechas de elección, lo cual será establecido en la convocatoria. El documento establece además la rotación en el ejercicio de los cargos.
Respecto a la paridad, en esta primera elección en los ayllus Wistrullani y Ayparavi el cargo de Tantïñi Layminaka mä eph será ejercido por mujeres; y en Aranzaya y Manazaya por hombres. En el caso de los representantes de los Rëph rët’alla, en los ayllus Aranzaya y Manazaya el cargo deberá ser ejercido por mujeres; y en Ayparavi y Wistrullani por hombres. El Jilakata segundo mayor del ayllu (Rëph rët’alla) que se encuentre en el ejercicio de su cargo formará directamente parte del Laymis Parla.
El 15 de julio de 2017 comenzó el proceso de elección de los representantes territoriales al Laymis Parla. En el ayllu Manazaya eligieron mediante el sistema de filas a Julián Mamani; en el ayllu Wistrullani, a Margarita Quispe por aclamación; en Ayparavi, a Silvia Mamani con el sistema de filas; y en Aranzaya, a Simón Flores también con filas.
En el caso del Lanqsñi Paqh mä eph, Zacarías Huarachi fue electo mediante el sistema de filas por las y los comunarios de los cuatro ayllus que participaron en el Chawkh Parla de este 22 de julio. Para esta elección, el ayllu Aranzaya preseleccionó el 18 de julio a Modesto Huarachi y a Zacarías Huarachi; mientras que las mujeres nominaron a Rebeca Lázaro.
“Como máxima autoridad siempre voy a apoyarlos e informarles sobre este proceso”, expresó el Qhastan Yoqztan qamñi zóñi Paulino Condori, en las pocas palabras en castellano que pronunció durante su discurso en idioma uru chipaya.
Estos cinco procesos electorales fueron acompañados por el Órgano Electoral Plurinacional (OEP), a través de una comisión técnica que no solo se encargó de supervisar que la elección de sus autoridades se desarrolle en los términos y procedimientos establecidos en su reglamento, sino de acompañar a través de diferentes acciones que garantizaron el ejercicio de este derecho reconocido en la Constitución Política del Estado.“Se ha visto que hay mecanismos de la democracia comunitaria, por normas y procedimientos propios, para elegir a sus autoridades por aclamación, por filas o por rotación, con plena inclusión y complementariedad de hombres y mujeres, con el conocimiento, la sabiduría y la experiencia; pero también con la inclusión de jóvenes y eso es fundamental en la democracia de Uru Chipaya”, expresó el vicepresidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), José Luis Exeni.
Los contenidos del Estatuto
El Estatuto de la Autonomía Originaria de la Nación Uru Chipaya regula la organización territorial, política y administrativa de su gobierno; define las instancias para el ejercicio de la democracia comunitaria; organiza la estructura de gobierno y de justicia, entre otros.
Sobre los mecanismos de participación, el Chawkh Parla se constituye en la máxima instancia de ejercicio democrático, decisión y deliberación. Se conforma por las mujeres y hombres, autoridades originarias, políticas, instituciones públicas y comunitarias de la nación Uru Chipaya. Ejerce control sobre el cumplimiento del Estatuto, normas y procedimientos propios; define las políticas estratégicas en coordinación con el Laymis Parla y el Lanqsñi paqh mä eph; resuelve los conflictos territoriales entre ayllus; ejerce y administra la justicia, entre otros.
El control sobre la gestión pública es ejercido por todas las y los chipayeños a través de dos niveles: en el primero se aplica el control a partir del sistema de creencias y prácticas religiosas de manejo, control y gestión territorial, conforme su cosmovisión, y está conformado por el Awjatu (sabio consejero espiritual), el Xoch Laymi (quien guía y maneja las costumbres del agua), Sqal Laymi (quien guía y maneja las costumbres de la producción), Qhas Sirino (quien administra y distribuye el agua), Xoch Muyakama (quien vigila y cuida todas las aguas) y el Sqal Muyakama (quien ejerce autoridad y cuidado del sembradío). El segundo nivel se ejerce en el gobierno de la nación Uru Chipaya, y está conformado por el Qas Suñi y el Rët’alla mayor en el Chawkh Parla.
Para la administración de la justicia –sin desconocer la coordinación y cooperación con las diferentes jurisdicciones reconocidas por la Constitución Política del Estado– se establece tres instancias: la Comunidad, donde las soluciones son asumidas en una reunión interna entre las mujeres y los hombres, sabias y sabios, convocados por los Rëph rët’alla (autoridades originarias); una segunda instancia es el Ayllu Parla, en los ayllus, dirigido por los Rëph rët’alla mayor y segunda; finalmente el Chawh Parla, en el territorio de la nación Uru Chipaya, donde participan los cuatro ayllus dirigidos por el Qhastan Yoqztan qamñi zóñi mä eph.
La mama t’alla del ayllu Manazaya, Verónica Condori, en el siguiente video explica esta situación, pues ella, como parte de las autoridades originarias, también administra la justicia al interior de su ayllu:
Sobre la educación, se establece la incorporación de los valores, saberes, técnicas y tecnologías propias, la recuperación de los conocimientos y saberes, además de la creación de centros de formación técnicos de acuerdo a sus vocaciones productivas y visiones de desarrollo. En salud, la propuesta gira en torno al reconocimiento y recuperación de las prácticas y saberes de las parteras y médicos tradicionales y espirituales.
La producción económica productiva es comunitaria, es decir, se sustenta en la economía familiar, comunal, del ayllu y de toda la nación, que se practica a través del turkis (trueque), el phayna (trabajo comunal), el muyacha (pastizal) y el ayni. Asimismo, consideran a los ríos Lauca y Barras como elementos sagrados para la permanencia de sus habitantes por generaciones, pues además de proveerles de agua para su consumo, les permite desalinizar los suelos a través de la técnica del lameo (el lavado de la tierra para eliminar la sal) y hacerla apto para el cultivo de la quinua, la cañahua o la papa, como principales productos.
Reunión de ajuste de contenidos del Reglamento de elección – Uru Chipaya
El ayllu Manazaya elige a un representante al Laymis Parla
El ayllu Wistrullani elige a una representante al Laymis Parla
El allyu Ayparavi eligió a una representante territorial al Laymis Parla
Aranzaya eligió a un representante territorial al Laymis Parla
El Chawkh Parla eligió al Lanqśñi Paqh mä eph (Órgano Ejecutivo)