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Un grupo de mujeres durante la elección del TRI, en Charagua, el 17 de septiembre de 2016. Foto: Archivo Fuente Directa.
Silvia Eugenia Canda, miembro del Órgano Deliberativo de la Autonomía Guaraní Charagua Iyambae, afirmó que los tres órganos del autogobierno de la Autonomía Guaraní Charagua Iyambae tiene una composición paritaria de representación que se logró tras un proceso se concientización a las mujeres sobre la importancia de su participación.
Canda es una de las mujeres que logró ser parte de la estructura de Gobierno de la Autonomía en Charagua Iyambae y decidió hacer un balance sobre la participación de mujeres en la conformación del gobierno de la primera Autonomía Indígena del país.
La lideresa considera que, a pesar de estos avances, existen retos que aún deben afrontar para lograr la participación de las jóvenes y la adecuación normativa que garantice la permanencia de las mujeres en los espacios de decisión conquistados.
_ ¿Cómo es y fue la participación de las mujeres en el proceso de la Autonomía de Charagua?
_ La participación de la mujer ha avanzado considerablemente. Hay mayor participación de ellas en la constitución de la Autonomía Indígena de Charagua: en el caso de la Asamblea de Decisión Colectiva, son 24 personas, entre ellas 12 mujeres y 12 varones. En el caso del Órgano Legislativo son 12 representantes, de las cuales seis son mujeres y seis hombres. Y en el caso de los ejecutivos zonales, hay una sola mujer ejecutiva de entre seis ejecutivos (varones) zonales.
La zona Parapitiguasu, por ejemplo, actualmente cuenta con la ejecutiva mujer que consideramos es el fruto del trabajo que (las mujeres) hemos venido haciendo con la incidencia en las asambleas comunales, asambleas zonales para que haya la participación representativa en estas instancias de poder en el ámbito público. Que no solo sea en la organización comunitaria, sino también en las entidades públicas; en este caso, que en el gobierno de la autonomía indígena, también estemos presentes las mujeres.
_ ¿Ha cambiado la participación de las mujeres durante este proceso?
_ En el caso de mi zona, que es Parapitiguasu, en anteriores ocasiones sólo el capitán comunal decidía por todas las comunidades. En la actualidad ya participan, con el capitán comunal, mujeres de base; pero en un determinado momento el capitán era el que decidía y la participación de la mujer se la veía solo como representación, pero no con poder de decisión o voto.
En la actualidad se ha logrado revertir eso: que la participación de las mujeres en asambleas zonales, en el caso de Parapitiguasu, también tengan derecho a voto, que ellas también puedan decidir en las políticas a desarrollarse en beneficio de las comunidades de las zonas.
_ ¿Cuál es la importancia de la Autonomía Indígena en este camino?
Este tema de la autonomía nos ha permitido concientizar, en especial a las mujeres, de que es importante su participación. Generalmente las mujeres participamos buscando un bien común a diferencia de los varones, que se van por un interés personal. Y eso es lo que nos dificulta, si tú no haces lo que el hombre dice, limitan tu participación y en ello está la permanente lucha: de que así como hemos avanzando en la participación, haya una permanencia.
(Esta participación) ha costado porque siempre, por ejemplo, venir desde lugares alejados dejando su hogar su familia, salir a otros pueblos o comunidades es difícil.
_ ¿Cuál es el rol que ahora debe enfrentar la ejecutiva de la zona de Parapitiguasu?
_ Su participación como ejecutiva zonal ha sido fruto de las capacitaciones y del constante acompañamiento a la organización. Estamos apuntando a eso: que a partir de esta ejecutiva zonal se profundice más la participación de las mujeres, porque consideramos que va a ser una lucha permanente en buscar el beneficio de la zona, porque encabezada por seis hombres y una mujer, es difícil, pero también creemos que no es imposible.
Ahí su desafío está en generar articulaciones con otras mujeres que están en otras instancias el órgano legislativo, y en la Asamblea de Decisión Colectiva, porque se tiene que partir de ellos, de la coordinación que tiene que existir entre nosotras para seguir avanzando.
(Como capitanías), el desafío está en el tema de normativa. ¿Cómo garantizamos la permanencia de las mujeres? Esa es hoy la gran pregunta porque en las instancias de los niveles municipales (las normas) están establecidas con nombres y apellidos, cuáles son los procedimientos que hay que cumplir. Pero a veces, el desconocimiento de otras instituciones al tema de lo indígena, no nos permite avanzar. Y sin esa relación, el tema normativo es un desafío para nosotros.
La lideresa considera que, a pesar de estos avances, existen retos que aún deben afrontar para lograr la participación de las jóvenes y la adecuación normativa que garantice la permanencia de las mujeres en los espacios de decisión conquistados.
_ ¿Cómo es y fue la participación de las mujeres en el proceso de la Autonomía de Charagua?
_ La participación de la mujer ha avanzado considerablemente. Hay mayor participación de ellas en la constitución de la Autonomía Indígena de Charagua: en el caso de la Asamblea de Decisión Colectiva, son 24 personas, entre ellas 12 mujeres y 12 varones. En el caso del Órgano Legislativo son 12 representantes, de las cuales seis son mujeres y seis hombres. Y en el caso de los ejecutivos zonales, hay una sola mujer ejecutiva de entre seis ejecutivos (varones) zonales.
La zona Parapitiguasu, por ejemplo, actualmente cuenta con la ejecutiva mujer que consideramos es el fruto del trabajo que (las mujeres) hemos venido haciendo con la incidencia en las asambleas comunales, asambleas zonales para que haya la participación representativa en estas instancias de poder en el ámbito público. Que no solo sea en la organización comunitaria, sino también en las entidades públicas; en este caso, que en el gobierno de la autonomía indígena, también estemos presentes las mujeres.
_ ¿Ha cambiado la participación de las mujeres durante este proceso?
_ En el caso de mi zona, que es Parapitiguasu, en anteriores ocasiones sólo el capitán comunal decidía por todas las comunidades. En la actualidad ya participan, con el capitán comunal, mujeres de base; pero en un determinado momento el capitán era el que decidía y la participación de la mujer se la veía solo como representación, pero no con poder de decisión o voto.
En la actualidad se ha logrado revertir eso: que la participación de las mujeres en asambleas zonales, en el caso de Parapitiguasu, también tengan derecho a voto, que ellas también puedan decidir en las políticas a desarrollarse en beneficio de las comunidades de las zonas.
_ ¿Cuál es la importancia de la Autonomía Indígena en este camino?
Este tema de la autonomía nos ha permitido concientizar, en especial a las mujeres, de que es importante su participación. Generalmente las mujeres participamos buscando un bien común a diferencia de los varones, que se van por un interés personal. Y eso es lo que nos dificulta, si tú no haces lo que el hombre dice, limitan tu participación y en ello está la permanente lucha: de que así como hemos avanzando en la participación, haya una permanencia.
(Esta participación) ha costado porque siempre, por ejemplo, venir desde lugares alejados dejando su hogar su familia, salir a otros pueblos o comunidades es difícil.
_ ¿Cuál es el rol que ahora debe enfrentar la ejecutiva de la zona de Parapitiguasu?
_ Su participación como ejecutiva zonal ha sido fruto de las capacitaciones y del constante acompañamiento a la organización. Estamos apuntando a eso: que a partir de esta ejecutiva zonal se profundice más la participación de las mujeres, porque consideramos que va a ser una lucha permanente en buscar el beneficio de la zona, porque encabezada por seis hombres y una mujer, es difícil, pero también creemos que no es imposible.
Ahí su desafío está en generar articulaciones con otras mujeres que están en otras instancias el órgano legislativo, y en la Asamblea de Decisión Colectiva, porque se tiene que partir de ellos, de la coordinación que tiene que existir entre nosotras para seguir avanzando.
(Como capitanías), el desafío está en el tema de normativa. ¿Cómo garantizamos la permanencia de las mujeres? Esa es hoy la gran pregunta porque en las instancias de los niveles municipales (las normas) están establecidas con nombres y apellidos, cuáles son los procedimientos que hay que cumplir. Pero a veces, el desconocimiento de otras instituciones al tema de lo indígena, no nos permite avanzar. Y sin esa relación, el tema normativo es un desafío para nosotros.