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Más de 20 mujeres de tierras bajas, entre autoridades y representantes de organizaciones indígenas, activistas y académicas, participaron en el diálogo intercultural sobre complementariedad y democracia paritaria, donde reflexionaron sobre su participación política, así como los principales avances y desafíos registrados en este camino para su participación efectiva.
El diálogo fue organizado por el Órgano Electoral Plurinacional (OEP) y se realizó el 12 de abril en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, como un aporte a la consolidación de la participación política de las mujeres indígenas y para avanzar hacia el ejercicio pleno de los roles, competencias y funciones que establece la Constitución Política del Estado (CPE), y las leyes del Órgano Electoral y del Régimen Electoral.
María Eugenia Choque, vocal del Tribunal Supremo Electoral (TSE), reflexionó sobre la participación de la mujer indígena en las últimas dos décadas en las que se construyeron normas que permitieron el reconocimiento de los derechos colectivos e individuales de los pueblos indígenas, en el marco de la normativa vigente.
La autoridad informó que el OEP se encuentra trabajando en la consolidación de la Unidad de Género y la Unidad de Asuntos Indígenas, para atender de manera exclusiva los temas referidos estas áreas de trabajo.
Por su parte, la representante de la Casa de la Mujer, Miriam Suárez, manifestó que “cuando hacemos un balance del Estado boliviano, las feministas tenemos que reconocer que sí hay avances normativos que deben constituirse en una herramienta de exigibilidad de derechos; pero también reconocemos que los avances formales no se han operativizado (sic), no se han convertido en prácticas reales de transformaciones de discriminación y cada vez es peor. La violencia es cada vez mayor a pesar de que existen marcos normativos que intentan prevenir o erradicarla”.
Asimismo, la expresidenta de la Confederación Nacional de Mujeres Indígenas de Bolivia (CNAMIB), Judith Ribero, explicó que “hay avances como mujeres indígenas de tierras bajas en el tema de participación política con poder de decisión. Cuando asume un cargo, la mujer se gana un oficio más de lo que tiene que hacer en la casa, en la comunidad. El reto para nosotras es reconocer nuestra cultura y nuestros derechos. No dejemos que nos utilicen, no permitamos que estemos de pantalla en espacios de decisión”.
Por su parte, la representante de la Red Unitas, Isapi Rua, declaró: “Las mujeres queremos llegar al poder no solo para ocupar una silla y que nos pongan de imagen, sino para cambiar la forma en la que se hace la política y que nuestras necesidades básicas sean cubiertas por las propuestas que nosotras presentamos, porque somos las mujeres quienes las vivimos en carne propia. Tenemos muchas mujeres indígenas de diputadas y senadoras, pero quedan frustradas porque deben obedecer a ciertos partidos políticos, ya sean de oposición u oficialismo. Cuando bajan a informar a las comunidades son cuestionadas, porque no se ha logrado posicionar las propuestas”.
El presidente del Tribunal Electoral Departamental (TED) de Santa Cruz, Eulogio Núñez, que acompañó el diálogo, mencionó que en la sociedad aún no se logró incorporar el ejercicio de todo el catálogo de derechos en favor de los pueblos indígenas establecidos en la Constitución Política del Estado.
María Eugenia Choque, vocal del Tribunal Supremo Electoral (TSE), reflexionó sobre la participación de la mujer indígena en las últimas dos décadas en las que se construyeron normas que permitieron el reconocimiento de los derechos colectivos e individuales de los pueblos indígenas, en el marco de la normativa vigente.
La autoridad informó que el OEP se encuentra trabajando en la consolidación de la Unidad de Género y la Unidad de Asuntos Indígenas, para atender de manera exclusiva los temas referidos estas áreas de trabajo.
Por su parte, la representante de la Casa de la Mujer, Miriam Suárez, manifestó que “cuando hacemos un balance del Estado boliviano, las feministas tenemos que reconocer que sí hay avances normativos que deben constituirse en una herramienta de exigibilidad de derechos; pero también reconocemos que los avances formales no se han operativizado (sic), no se han convertido en prácticas reales de transformaciones de discriminación y cada vez es peor. La violencia es cada vez mayor a pesar de que existen marcos normativos que intentan prevenir o erradicarla”.
Asimismo, la expresidenta de la Confederación Nacional de Mujeres Indígenas de Bolivia (CNAMIB), Judith Ribero, explicó que “hay avances como mujeres indígenas de tierras bajas en el tema de participación política con poder de decisión. Cuando asume un cargo, la mujer se gana un oficio más de lo que tiene que hacer en la casa, en la comunidad. El reto para nosotras es reconocer nuestra cultura y nuestros derechos. No dejemos que nos utilicen, no permitamos que estemos de pantalla en espacios de decisión”.
Por su parte, la representante de la Red Unitas, Isapi Rua, declaró: “Las mujeres queremos llegar al poder no solo para ocupar una silla y que nos pongan de imagen, sino para cambiar la forma en la que se hace la política y que nuestras necesidades básicas sean cubiertas por las propuestas que nosotras presentamos, porque somos las mujeres quienes las vivimos en carne propia. Tenemos muchas mujeres indígenas de diputadas y senadoras, pero quedan frustradas porque deben obedecer a ciertos partidos políticos, ya sean de oposición u oficialismo. Cuando bajan a informar a las comunidades son cuestionadas, porque no se ha logrado posicionar las propuestas”.
El presidente del Tribunal Electoral Departamental (TED) de Santa Cruz, Eulogio Núñez, que acompañó el diálogo, mencionó que en la sociedad aún no se logró incorporar el ejercicio de todo el catálogo de derechos en favor de los pueblos indígenas establecidos en la Constitución Política del Estado.