Imagen:
Comitiva del TSE en una de las carreteras del país sorteando obstáculos para cumplir entrega de Actas.
Cuando las autoridades nacionales o las misiones internacionales de observación destacan el trabajo del Órgano Electoral Plurinacional (OEP) durante el proceso del Referendo Constitucional 2016, convendría no perder de vista que ese éxito se debe también a cientos de personas anónimas que han aportado con su esfuerzo a lo largo de muchos días, antes y después de la votación.
Lluvias torrenciales, calor intenso, el mal estado de las carreteras y el poco acceso de transporte a algunas regiones alejadas del país, fueron algunas circunstancias que tuvieron que librar los funcionarios del OEP a momento de entregar las actas electorales a los respectivos Tribunales Departamentales Electorales (TED).
Con el afán de mantener informada a la población sobre el trabajo de los notarios y notarias electorales que tenían a su cargo la distribución de material electoral antes del Referendo y la entrega de actas a los respectivos TED, un funcionario del TED del Beni narró las complicaciones por las que tuvo que atravesar para cumplir su cometido, a través de un mensaje desde su teléfono celular:
“Ayer partí. Tardé 12 horas en llegar, (viajé) toda la noche y ya entregué el material a las 90 mesas del área rural y urbana. Voy por río y tierra (…). 5 horas por río y otras 5 horas en moto. Recorrí varios caminos a pie por otras 4 horas para llegar a así a distintos lugares”.
Esta descripción, que el funcionario hace humildemente de su propia “jornada” de trabajo, llama a la reflexión. Se olvida con tanta facilidad —o simplemente se ignora— el formidable esfuerzo de tantas personas para que un referendo o una elección cualesquiera, salgan adelante.
Y es que, en resumidas cuentas, se trata de individuos de carne y hueso trabajando en una empresa colectiva, no de simples números en unos resultados o proyecciones estadísticas.
Cuando se critica algún error o algún tropiezo del proceso electoral o del día de la votación, parecería olvidarse la labor de tantos y tantos trabajadores —de planta o eventuales— que cumplieron ese día, que hicieron lo que tenían que hacer y que, en el peor de los casos, al menos pusieron su empeño y su imaginación simplemente para acertar o para superar obstáculos que no podían haber previsto de ningún modo.
Pero cada una de esas personas tiene un nombre, una responsabilidad y una vida propia, por lo que será importante realizar un reconocimiento a los hombres y mujeres que aportaron al proceso del Referendo Constitucional 2016.
Con el afán de mantener informada a la población sobre el trabajo de los notarios y notarias electorales que tenían a su cargo la distribución de material electoral antes del Referendo y la entrega de actas a los respectivos TED, un funcionario del TED del Beni narró las complicaciones por las que tuvo que atravesar para cumplir su cometido, a través de un mensaje desde su teléfono celular:
“Ayer partí. Tardé 12 horas en llegar, (viajé) toda la noche y ya entregué el material a las 90 mesas del área rural y urbana. Voy por río y tierra (…). 5 horas por río y otras 5 horas en moto. Recorrí varios caminos a pie por otras 4 horas para llegar a así a distintos lugares”.
Esta descripción, que el funcionario hace humildemente de su propia “jornada” de trabajo, llama a la reflexión. Se olvida con tanta facilidad —o simplemente se ignora— el formidable esfuerzo de tantas personas para que un referendo o una elección cualesquiera, salgan adelante.
Y es que, en resumidas cuentas, se trata de individuos de carne y hueso trabajando en una empresa colectiva, no de simples números en unos resultados o proyecciones estadísticas.
Cuando se critica algún error o algún tropiezo del proceso electoral o del día de la votación, parecería olvidarse la labor de tantos y tantos trabajadores —de planta o eventuales— que cumplieron ese día, que hicieron lo que tenían que hacer y que, en el peor de los casos, al menos pusieron su empeño y su imaginación simplemente para acertar o para superar obstáculos que no podían haber previsto de ningún modo.
Pero cada una de esas personas tiene un nombre, una responsabilidad y una vida propia, por lo que será importante realizar un reconocimiento a los hombres y mujeres que aportaron al proceso del Referendo Constitucional 2016.