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La APG fue una de las principales impulsoras de la autonomía indígena Guaraní Charagua Iyambae.
Agapito Moza ha vivido más de 50 en la Comunidad San Lorenzo, en la zona Charagua Norte. A pesar de haber perdido la vista, aún acompaña el proceso para conquistar la autonomía del pueblo guaraní. Recuerda que en la década de los ochenta junto a la Asamblea del Pueblo Guaraní (APG) emprendieron su lucha para lograr la unidad y la autonomía de la nación guaraní en el marco de la libre determinación, autogestión y autogobierno.
“La idea principal era unirnos todos los pueblos y consensuar sobre una organización que sea favorable para los indígenas para que nos descentralicemos mediante la parte económica, porque era difícil que un campesino sólo vaya y pida. Entonces teníamos que hacerlo mediante la organización”, explica el líder, mientras presencia, en compañía de su esposa, la elección del Tetarembiokiau Reta Imborika (TRI) aquél 17 de septiembre de 2016.
Moza recuerda que el 24 de junio de 1985, en Taputá, fue nombrado como animador comunal. Su trabajo consistía en “andar por todas las comunidades. Se trataba de formar capitanías: Charagua Norte, Sur, Isoso, con sus respectivas autoridades”.
Las nuevas capitanías crearon el PISET (Producción, Infraestructura, Salud, Educación y Territorio) como un instancia para enfrentar los problemas considerados centrales. “Cada uno tenía su cartera. El que tenía su cartera de producción iba al chaco a investigar; infraestructura, si tienen sus escuelas. No ve que el año 85 hubo el diagnóstico en cada comunidad: si la tierra era apta para sembrar, ahí iba producción; si tenía escuelas, ahí iba infraestructura, iba también en salud para ver si tenían postas o no; si tenía tierra o territorio”, cuenta Moza que también es miembro fundador de la APG.
En 1991, el movimiento indígena de tierras bajas logró que el gobierno nacional ratifique el convenio 169 de la OIT sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes, mediante la Ley 1257 del 11 de julio de 1991, luego de que durante la primera marcha de los pueblos indígenas por el territorio y la dignidad, en 1990, surgiera la propuesta de una Ley de Pueblos indígenas que incluía la demanda de la autonomía indígena.
En las movilizaciones posteriores obtuvieron lo que sería la regularización del derecho propietario sobre la tierra, en especial de las Tierras Comunitarias de Origen (segunda marcha indígena, 1996); la anulación de “decreto barraquero” que pretendía consolidar el derecho propietario en el norte amazónico (tercera marcha indígena, 2000), que permitió a las capitanías de Charagua Norte, Parapitiguasu e Isoso acelerar el proceso de saneamiento de las TCO, sobre las cuales se elaboró un plan de gestión territorial que sirvió de base para proyectar la autonomía indígena.
Pero sin duda, uno de las demandas que permitió el reconocimiento del ejercicio tangible del autogobierno indígena fue la demanda de la reforma constitucional a través de la Asamblea Constituyente como mecanismo de participación de los sectores excluidos, como los pueblos y naciones indígenas; demanda que finalmente se concretó en agosto de 2006, con la convocatoria del Presidente de la entonces República, a la instalación del plenario en Sucre.
Sin embargo, durante el trabajo que desarrolló el cónclave, nuevamente los pueblos indígenas tuvieron que movilizarse debido a que no veían materializadas sus demandas estratégicas.
Durante la sexta marcha indígena (2007), mientras la columna se dirigía a la sede de la Asamblea, la comisión política de la movilización se reunió en el municipio de El Torno con una comisión de la Asamblea Constituyente liderada por su presidenta Silvia Lazarte.
En esta reunión, los miembros de la Asamblea se comprometieron a incorporar en el debate demandas como: el reconocimiento de un Estado Unitario Plurinacional con reconocimiento de la preexistencia de las naciones y pueblos indígenas, además de su participación en todos los niveles de gobierno; las autonomías indígenas en igual jerarquía y sin subordinación a otras entidades territoriales, la representación directa de las naciones y pueblos indígenas en el órgano legislativo, además de los derechos colectivos, entre otras que finalmente fueron incorporadas en el texto oficial de la nueva Constitución Política del Estado, que fue promulgada en febrero de 2009.
El paso hacia las autonomías
El 6 de diciembre de 2009, Charagua dio el primer paso para alcanzar la autonomía indígena al aprobar a través de un Referendo la conversión del municipio de Charagua a la autonomía indígena con el 55.66 % de apoyo. A partir de entonces la Asamblea Autonómica, que se conformó en noviembre de 2010, inició el trabajo de construcción del Proyecto de Estatuto Autonómico con 52 asambleístas.
La norma autonómica fue concluida el 10 de septiembre de 2012, cuando la Asamblea aprobó el proyecto por dos tercios de sus miembros; y luego la remitieron al Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) para el control de constitucionalidad el 10 de septiembre de 2012.
De acuerdo al Procedimiento para el Control Previo de Constitucionalidad de Proyectos de Estatutos y Cartas Orgánicas de las Entidades Territoriales Autónomas del TCP, esta instancia tiene 45 días para la revisión del proyecto. Sin embargo, en el caso del proyecto de estatuto de Charagua este tiempo se extendió a 14 meses.
La APG y la Coordinadora Nacional de Autonomías Indígenas Originario Campesinas (CONAIOC) realizaron diversas movilizaciones para presionar al TCP en la emisión de un dictamen. Es así que el TCP en una primera declaración de constitucionalidad al proyecto de Estatuto, declaró inconstitucionales 23 artículos. Finalmente la Asamblea Autonómica guaraní modificó los artículos observados y cinco meses después, el TCP emitió la Declaración de constitucionalidad plena al proyecto de Estatuto de la Autonomía Guaraní Charagua Iyambae (12 de junio de 2014).
En el primer referendo autonómico se consolidó el primer autogobierno indígena
El 1 de abril del 2015, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) convocó a los departamentos de La Paz, Oruro, Chuquisaca, Cochabamba, Potosí; los municipios de Cocapata, Tacopaya y Huanuni; y las Autonomías Indígena de Charagua y Totora Marka para someter a consulta sus proyectos de normas básicas institucionales.
Inicialmente la fecha para la consulta estaba prevista para el 28 de junio, sin embargo debido al proceso de transición de vocalías que atravesó el ente electoral, el Calendario Electoral fue reprogramado para el 20 de septiembre de 2015.
La ampliación de la fecha para la consulta dio un respiro a las autoridades de Charagua que contaron con mayor tiempo para realizar el proceso de socialización. “Vamos a aprovechar que los referendos se postergaron hasta el mes de septiembre para poder socializar nuestro estatuto, desde esta próxima semana (15 de junio de 2015) iniciamos la socialización del Estatuto, primero en el municipio de Charagua para después ir a visitar las comunidades dando a conocer la consulta y los beneficios de la autonomía indígena”, manifestaba a un medio local el presidente de la APG de ese entonces, Domingo Torrico.
Y así se realizó. Después de una ardua campaña de socialización que emprendieron las cuatro capitanías demandantes del proceso en Charagua en un ambiente de polarización – de las diez organizaciones sociales que se habilitaron para la campaña, cuatro impulsaron la opción del Sí y seis el No – el 20 de septiembre de 2015, más de 10 mil ciudadanas y ciudadanos fueron convocados a emitir su voto en las 54 mesas que se habilitaron para esta consulta.
El resultado preliminar fue conocido en las primeras horas de la noche. Y a pesar de los cortos márgenes de diferencia que se veían entre los resultados, las y los guaranís de Charagua iniciaron el festejo por la aprobación de su estatuto autonómico
El resultado final, dio la victoria a favor de la opción por el Sí al proyecto de Estatuto con el 53,25%, frente a un 46.75% que apoyó la opción por el No. Luego del Referendo Autonómico, el 14 de octubre de 2015, el Vocal del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Antonio Costas, llegó hasta Santa Cruz para entregar el acta del cómputo oficial del Referendo Autonómico 2015, a los mburuvichas de Charagua, Ronald Andrés y Demesio Canduary.
“La idea principal era unirnos todos los pueblos y consensuar sobre una organización que sea favorable para los indígenas para que nos descentralicemos mediante la parte económica, porque era difícil que un campesino sólo vaya y pida. Entonces teníamos que hacerlo mediante la organización”, explica el líder, mientras presencia, en compañía de su esposa, la elección del Tetarembiokiau Reta Imborika (TRI) aquél 17 de septiembre de 2016.
*Agapito Moza es también uno de los miembros fundadores de la APG.
Moza recuerda que el 24 de junio de 1985, en Taputá, fue nombrado como animador comunal. Su trabajo consistía en “andar por todas las comunidades. Se trataba de formar capitanías: Charagua Norte, Sur, Isoso, con sus respectivas autoridades”.
Las nuevas capitanías crearon el PISET (Producción, Infraestructura, Salud, Educación y Territorio) como un instancia para enfrentar los problemas considerados centrales. “Cada uno tenía su cartera. El que tenía su cartera de producción iba al chaco a investigar; infraestructura, si tienen sus escuelas. No ve que el año 85 hubo el diagnóstico en cada comunidad: si la tierra era apta para sembrar, ahí iba producción; si tenía escuelas, ahí iba infraestructura, iba también en salud para ver si tenían postas o no; si tenía tierra o territorio”, cuenta Moza que también es miembro fundador de la APG.
En 1991, el movimiento indígena de tierras bajas logró que el gobierno nacional ratifique el convenio 169 de la OIT sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes, mediante la Ley 1257 del 11 de julio de 1991, luego de que durante la primera marcha de los pueblos indígenas por el territorio y la dignidad, en 1990, surgiera la propuesta de una Ley de Pueblos indígenas que incluía la demanda de la autonomía indígena.
En las movilizaciones posteriores obtuvieron lo que sería la regularización del derecho propietario sobre la tierra, en especial de las Tierras Comunitarias de Origen (segunda marcha indígena, 1996); la anulación de “decreto barraquero” que pretendía consolidar el derecho propietario en el norte amazónico (tercera marcha indígena, 2000), que permitió a las capitanías de Charagua Norte, Parapitiguasu e Isoso acelerar el proceso de saneamiento de las TCO, sobre las cuales se elaboró un plan de gestión territorial que sirvió de base para proyectar la autonomía indígena.
Pero sin duda, uno de las demandas que permitió el reconocimiento del ejercicio tangible del autogobierno indígena fue la demanda de la reforma constitucional a través de la Asamblea Constituyente como mecanismo de participación de los sectores excluidos, como los pueblos y naciones indígenas; demanda que finalmente se concretó en agosto de 2006, con la convocatoria del Presidente de la entonces República, a la instalación del plenario en Sucre.
Sin embargo, durante el trabajo que desarrolló el cónclave, nuevamente los pueblos indígenas tuvieron que movilizarse debido a que no veían materializadas sus demandas estratégicas.
Durante la sexta marcha indígena (2007), mientras la columna se dirigía a la sede de la Asamblea, la comisión política de la movilización se reunió en el municipio de El Torno con una comisión de la Asamblea Constituyente liderada por su presidenta Silvia Lazarte.
En esta reunión, los miembros de la Asamblea se comprometieron a incorporar en el debate demandas como: el reconocimiento de un Estado Unitario Plurinacional con reconocimiento de la preexistencia de las naciones y pueblos indígenas, además de su participación en todos los niveles de gobierno; las autonomías indígenas en igual jerarquía y sin subordinación a otras entidades territoriales, la representación directa de las naciones y pueblos indígenas en el órgano legislativo, además de los derechos colectivos, entre otras que finalmente fueron incorporadas en el texto oficial de la nueva Constitución Política del Estado, que fue promulgada en febrero de 2009.
El paso hacia las autonomías
El 6 de diciembre de 2009, Charagua dio el primer paso para alcanzar la autonomía indígena al aprobar a través de un Referendo la conversión del municipio de Charagua a la autonomía indígena con el 55.66 % de apoyo. A partir de entonces la Asamblea Autonómica, que se conformó en noviembre de 2010, inició el trabajo de construcción del Proyecto de Estatuto Autonómico con 52 asambleístas.
La norma autonómica fue concluida el 10 de septiembre de 2012, cuando la Asamblea aprobó el proyecto por dos tercios de sus miembros; y luego la remitieron al Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) para el control de constitucionalidad el 10 de septiembre de 2012.
De acuerdo al Procedimiento para el Control Previo de Constitucionalidad de Proyectos de Estatutos y Cartas Orgánicas de las Entidades Territoriales Autónomas del TCP, esta instancia tiene 45 días para la revisión del proyecto. Sin embargo, en el caso del proyecto de estatuto de Charagua este tiempo se extendió a 14 meses.
La APG y la Coordinadora Nacional de Autonomías Indígenas Originario Campesinas (CONAIOC) realizaron diversas movilizaciones para presionar al TCP en la emisión de un dictamen. Es así que el TCP en una primera declaración de constitucionalidad al proyecto de Estatuto, declaró inconstitucionales 23 artículos. Finalmente la Asamblea Autonómica guaraní modificó los artículos observados y cinco meses después, el TCP emitió la Declaración de constitucionalidad plena al proyecto de Estatuto de la Autonomía Guaraní Charagua Iyambae (12 de junio de 2014).
*La ahora asambleísta departamental Ruth Yarigua, y el actual diputado por la nación guaraní, Berlamino Solano fueron los encargado de recoger la declaración de constitucionalidad plena al estatuto.
En el primer referendo autonómico se consolidó el primer autogobierno indígena
El 1 de abril del 2015, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) convocó a los departamentos de La Paz, Oruro, Chuquisaca, Cochabamba, Potosí; los municipios de Cocapata, Tacopaya y Huanuni; y las Autonomías Indígena de Charagua y Totora Marka para someter a consulta sus proyectos de normas básicas institucionales.
Inicialmente la fecha para la consulta estaba prevista para el 28 de junio, sin embargo debido al proceso de transición de vocalías que atravesó el ente electoral, el Calendario Electoral fue reprogramado para el 20 de septiembre de 2015.
La ampliación de la fecha para la consulta dio un respiro a las autoridades de Charagua que contaron con mayor tiempo para realizar el proceso de socialización. “Vamos a aprovechar que los referendos se postergaron hasta el mes de septiembre para poder socializar nuestro estatuto, desde esta próxima semana (15 de junio de 2015) iniciamos la socialización del Estatuto, primero en el municipio de Charagua para después ir a visitar las comunidades dando a conocer la consulta y los beneficios de la autonomía indígena”, manifestaba a un medio local el presidente de la APG de ese entonces, Domingo Torrico.
Y así se realizó. Después de una ardua campaña de socialización que emprendieron las cuatro capitanías demandantes del proceso en Charagua en un ambiente de polarización – de las diez organizaciones sociales que se habilitaron para la campaña, cuatro impulsaron la opción del Sí y seis el No – el 20 de septiembre de 2015, más de 10 mil ciudadanas y ciudadanos fueron convocados a emitir su voto en las 54 mesas que se habilitaron para esta consulta.
El resultado preliminar fue conocido en las primeras horas de la noche. Y a pesar de los cortos márgenes de diferencia que se veían entre los resultados, las y los guaranís de Charagua iniciaron el festejo por la aprobación de su estatuto autonómico
El resultado final, dio la victoria a favor de la opción por el Sí al proyecto de Estatuto con el 53,25%, frente a un 46.75% que apoyó la opción por el No. Luego del Referendo Autonómico, el 14 de octubre de 2015, el Vocal del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Antonio Costas, llegó hasta Santa Cruz para entregar el acta del cómputo oficial del Referendo Autonómico 2015, a los mburuvichas de Charagua, Ronald Andrés y Demesio Canduary.