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Las capacitaciones a jurados y juradas electorales, además de la difusión del Referendo Constitucional 2016, se realizaron en distintas lenguas nativas del territorio nacional (guaraní, guarayo, chiquitano, quechua y aymara), lo que contribuyó a la demostración plena de la democracia intercultural.
Según el informe de la Sección de Educación y Capacitación, dependiente del Servicio Intercultural de Fortalecimiento Democrático (SIFDE) del Órgano Electoral Plurinacional (OEP), el proceso de capacitación del Referendo Constitucional 2016 se realizó en castellano y en lenguas originarias del país con el objetivo de generar una participación masiva e informada de la ciudadanía en el proceso de consulta.
En Santa Cruz se evidenció la presencia de personas que además del castellano hablan guaraní en Charagua y Camiri; guarayo en Aviyuna; chiquitano en San Antonio de Lomerío y quechua en San Julián, por lo que las capacitaciones se desarrollaron en esas lenguas.
Cochabamba es el departamento con mayor presencia de quechuahablantes, motivo por el cual 3.500 de los 6.290 jurados y juradas electorales se capacitaron en este idioma nativo en 94 localidades, en las diferentes provincias de ese departamento.
Chuquisaca fue otro de los departamentos en los que se capacito a un elevado número de personas en quechua.
Parte importante del trabajo realizado por el OEP se concretó en Potosí donde los facilitadores recorrieron 384 localidades en las que las capacitaciones se impartieron en quechua y castellano.
En el departamento de Oruro, las capacitaciones se dieron en quechua y aymara. Los funcionarios del OEP se trasladaron a municipios de Curahuara de Carangas y Turco, en la provincia Sajama, para capacitar a los jurados en aymara. Entretanto, en la provincia Ladislao Cabrera, lo hicieron en quechua.
En Beni y Tarija, personal del ente electoral recorrió 25 localidades donde las capacitaciones se realizaron en guaraní.
Los capacitadores recorrieron 35 localidades en La Paz para impartir las capacitaciones y la difusión del proceso electoral en aymara, idioma propio de la región altiplánica.
La democracia intercultural, como horizonte democrático adoptado en el Estado Plurinacional de Bolivia, contempla la inclusión de género y generacional, además de los pueblos indígenas, originarios campesinos, con sus características propias no solo en procesos electorales, sino en el cotidiano vivir de una nación. No obstante, esta transformación en el nivel nacional fue evidente durante el Referendo Constitucional.
En Santa Cruz se evidenció la presencia de personas que además del castellano hablan guaraní en Charagua y Camiri; guarayo en Aviyuna; chiquitano en San Antonio de Lomerío y quechua en San Julián, por lo que las capacitaciones se desarrollaron en esas lenguas.
Cochabamba es el departamento con mayor presencia de quechuahablantes, motivo por el cual 3.500 de los 6.290 jurados y juradas electorales se capacitaron en este idioma nativo en 94 localidades, en las diferentes provincias de ese departamento.
Chuquisaca fue otro de los departamentos en los que se capacito a un elevado número de personas en quechua.
Parte importante del trabajo realizado por el OEP se concretó en Potosí donde los facilitadores recorrieron 384 localidades en las que las capacitaciones se impartieron en quechua y castellano.
En el departamento de Oruro, las capacitaciones se dieron en quechua y aymara. Los funcionarios del OEP se trasladaron a municipios de Curahuara de Carangas y Turco, en la provincia Sajama, para capacitar a los jurados en aymara. Entretanto, en la provincia Ladislao Cabrera, lo hicieron en quechua.
En Beni y Tarija, personal del ente electoral recorrió 25 localidades donde las capacitaciones se realizaron en guaraní.
Los capacitadores recorrieron 35 localidades en La Paz para impartir las capacitaciones y la difusión del proceso electoral en aymara, idioma propio de la región altiplánica.
La democracia intercultural, como horizonte democrático adoptado en el Estado Plurinacional de Bolivia, contempla la inclusión de género y generacional, además de los pueblos indígenas, originarios campesinos, con sus características propias no solo en procesos electorales, sino en el cotidiano vivir de una nación. No obstante, esta transformación en el nivel nacional fue evidente durante el Referendo Constitucional.