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Elizabeth Rodríguez junto a sus hijos recibe del Director del Serecí La Paz su documento.
El Servicio de Registro Cívico (Serecí) de La Paz coadyuvó a restituir la identidad de Elizabeth Rodríguez, una mujer que vivió 36 años sin conocer su identidad.
Elizabeth tiene 36 años y vivió casi toda su vida sin saber cuál era su nombre y apellidos oficiales, pues quedó en la orfandad a los 12, desde entonces no pudo tramitar sus documentos de identidad, por lo que no accedió a una serie de derechos como la salud, educación, trabajo, bonos y otros beneficios sociales.
Tras conocer el caso, el Serecí La Paz se contactó con ella para analizar su situación, tras una búsqueda en archivos se halló datos sobre su registro, lo que permitió restituir su identidad de manera inmediata y gratuita.
La mujer ahora cuenta con su respectivo certificado de nacimiento en el que figura su nombre oficial: Elizabeth Rodríguez Castro, nacida el 12 de diciembre de 1982; con este documento, ahora tramita su cédula de identidad para buscar un nuevo trabajo y acceder a todos los derechos que por ley le corresponden.
“Desde mis 12 años nunca tuve documentos. Me habían puesto otro apellido y eso nunca pude regularizar. Por falta de certificados y carnet no puedo trabajar bien, tampoco tengo seguro ni he podido cobrar ningún bono, sobre todo en la pandemia, cuando más necesitaba”, lamentó.Al respecto, el director del Serecí La Paz, Diego Tejerina, explicó que la mujer no sabía con exactitud su fecha de nacimiento y que se identificó, primero, como Elizabeth Chávez –un nombre inexistente–, por lo que se hizo una búsqueda a través del nombre de su madre y se halló un registro de inscripción de partida de nacimiento.
“Se detectó un problema de registro en el libro, era de fácil solución (…) y su situación se logró regularizar de forma inmediata. Además, la señora no pagó nada por el trámite, pues todos los servicios de saneamiento son gratuitos. El certificado tiene un costo de 33 bolivianos, pero eso lo pagó el Serecí”, detalló Tejerina.
En ese marco, la autoridad pidió a las personas que están en una situación similar apersonarse a las oficinas principales, desconcentradas o regionales de los Serecí, con la mayor cantidad de documentos que hayan usado a lo largo de su vida civil para regularizar su situación de identidad.
Asimismo, recomendó no contratar a “tramitadores”, pues ellos no conocen referencias familiares de la persona solicitante, datos que ayudan a agilizar el trámite.
“Muchas veces los tramitadores, en vez de ayudar perjudican a la persona, creando otro registro que hace que esa persona tenga dos identidades y, al final, tenga que ir a la vía judicial”, relató la autoridad.
Tras conocer el caso, el Serecí La Paz se contactó con ella para analizar su situación, tras una búsqueda en archivos se halló datos sobre su registro, lo que permitió restituir su identidad de manera inmediata y gratuita.
La mujer ahora cuenta con su respectivo certificado de nacimiento en el que figura su nombre oficial: Elizabeth Rodríguez Castro, nacida el 12 de diciembre de 1982; con este documento, ahora tramita su cédula de identidad para buscar un nuevo trabajo y acceder a todos los derechos que por ley le corresponden.
“Desde mis 12 años nunca tuve documentos. Me habían puesto otro apellido y eso nunca pude regularizar. Por falta de certificados y carnet no puedo trabajar bien, tampoco tengo seguro ni he podido cobrar ningún bono, sobre todo en la pandemia, cuando más necesitaba”, lamentó.
“Se detectó un problema de registro en el libro, era de fácil solución (…) y su situación se logró regularizar de forma inmediata. Además, la señora no pagó nada por el trámite, pues todos los servicios de saneamiento son gratuitos. El certificado tiene un costo de 33 bolivianos, pero eso lo pagó el Serecí”, detalló Tejerina.
En ese marco, la autoridad pidió a las personas que están en una situación similar apersonarse a las oficinas principales, desconcentradas o regionales de los Serecí, con la mayor cantidad de documentos que hayan usado a lo largo de su vida civil para regularizar su situación de identidad.
Asimismo, recomendó no contratar a “tramitadores”, pues ellos no conocen referencias familiares de la persona solicitante, datos que ayudan a agilizar el trámite.
“Muchas veces los tramitadores, en vez de ayudar perjudican a la persona, creando otro registro que hace que esa persona tenga dos identidades y, al final, tenga que ir a la vía judicial”, relató la autoridad.