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Betty Condori no solo se constituye en la Qulqi Kamachi o máxima autoridad ejecutiva del Gobierno Indígena Originario Campesino de Salinas; sino que en las cuatro autonomías indígenas que se conformaron hasta el momento —Charagua Iyambae, Raqaypampa, Uru Chipaya y ahora Salinas— ella es la única mujer que se encuentra a la cabeza del Órgano Ejecutivo; en las otras tres, este órgano está dirigido por hombres.
“Las nueve Unidades Territoriales Descentralizadas (UTD) han confiado en mí. Solo les voy a pedir trabajar juntos, unidos por el camino del proceso que tenemos para seguir adelante. Siempre hay que trabajar unidos para lograr los objetivos que las UTD necesitan y ese objetivo tiene que lograrse. ¡Jallalla a las nueve UTD!”, expresó Condori luego de su elección.
El 30 de agosto, cuanto Condori fue electa para ejercer este cargo, el Jach’a Tantachawi que se instaló tuvo un inusitado cambio en la forma de votación de sus autoridades: al iniciar la reunión se estableció que la participación chacha-warmi contaría como un solo voto; sin embargo, las mujeres presentes acompañando a sus esposos, protestaron ante esta determinación pues “las mamas (mujeres) también hemos venido a votar”, reclamaron.
“Hay que buscar (aún) una estrategia para que las mujeres tengan la oportunidad (de participar), porque sería una falsedad decir que Sí, las mujeres estamos presentes. Hay que trabajar, nos falta mucho, porque para ser mujer hay que demostrar capacidad en el ayllu, todavía no te reconocen fácilmente”, explica la asambleísta del Órgano Deliberativo por el aylllu Huatari, Florinda Gonzales Pérez.
Según cuenta Gonzales en el siguiente vídeo, al iniciar el proceso de construcción del proyecto de Estatuto Autonómico después del 2009, se vio la participación de las mujeres líderes de los ayllus y comunidades, “pero su palabra no estaba reconocida”.
En el 2017, cuando se retomó el debate para la conformación del Órgano Deliberante, Gonzales cuenta que entre las 27 personas que integraron el cónclave, tres eran mujeres en las suplencias.
“En las markas, las tata-autoridades son chacha –warmi, pero cuando había que elegir al Órgano Deliberante, solo ha entrado una mujer y como suplente. En el proceso, un hermano ha renunciado y ha entrado otra hermana que era del ayllu Ucumasi”, cuenta Gonzales.
“Ahora eso no quiere decir que solo las dos hemos peleado; en el camino se han incorporado otras hermanas que han adherido algunos artículos a favor de la mujer (en el Estatuto), porque sino nos hubiéramos inhibido”, continua Gonzales.
De acuerdo con su explicación, en Salinas la participación de las mujeres aún se ubica en las bases y no ha pasado a un plano representativo, como el Órgano Deliberante. “Por ellos posiblemente hubieran sido puro varones. Ha sido una pelea de muchas hermanas que han estado en el proceso, han participado en su elaboración, han sido constantes, pero no han estado reconocidas formalmente”, indica.
El artículo 64 del Estatuto Autonómico del Gobierno Indígena Originario de Salinas reconoce como función de su gobierno “la participación de la mujer en la toma de decisiones en sujeción a las normas y procedimientos propios y la Constitución Política del Estado Plurinacional, de acuerdo a los artículos: 9, 13, 14, 15, 26, 209, 210, 270”, además de trabajar en el fortalecimiento de su participación en las políticas públicas, programas y proyectos.
“En Alcaya se ha introducido un artículo especifico que dice: reconocimiento de todas las leyes que están a favor de la mujer; pero eso ha sido a regañadientes, porque varias hermanas —estaban la hermana Julia, la hermana Yeymi, Nancy, la hermana Juana— hemos peleado para que ese artículo entre”, detalla la asambleísta.
La incorporación de este artículo específico representa un gran logro para las mujeres salineñas; sin embargo, reconoce Gonzales, aún se debe trabajar en la reglamentación que permita a las mujeres tener mayor representatividad en lo que será el Gobierno, además del solo reconocimiento del chacha-warmi.
“Para nosotras todavía queda un camino arduo; el desafío de cómo va a incorporase el derecho de la mujer en un futuro para la administración del dinero, sobretodo. Cómo van a asumir las mamas, ¿tendrán que ser solo como acompañantes o también tienen que ser personas que puedan contribuir?”, cuestiona.
“Las nueve Unidades Territoriales Descentralizadas (UTD) han confiado en mí. Solo les voy a pedir trabajar juntos, unidos por el camino del proceso que tenemos para seguir adelante. Siempre hay que trabajar unidos para lograr los objetivos que las UTD necesitan y ese objetivo tiene que lograrse. ¡Jallalla a las nueve UTD!”, expresó Condori luego de su elección.
El 30 de agosto, cuanto Condori fue electa para ejercer este cargo, el Jach’a Tantachawi que se instaló tuvo un inusitado cambio en la forma de votación de sus autoridades: al iniciar la reunión se estableció que la participación chacha-warmi contaría como un solo voto; sin embargo, las mujeres presentes acompañando a sus esposos, protestaron ante esta determinación pues “las mamas (mujeres) también hemos venido a votar”, reclamaron.
* Las mujeres que participaron en el Jach'a Tantachawi emitieron su voto como diferente al de sus compañeros.
“Hay que buscar (aún) una estrategia para que las mujeres tengan la oportunidad (de participar), porque sería una falsedad decir que Sí, las mujeres estamos presentes. Hay que trabajar, nos falta mucho, porque para ser mujer hay que demostrar capacidad en el ayllu, todavía no te reconocen fácilmente”, explica la asambleísta del Órgano Deliberativo por el aylllu Huatari, Florinda Gonzales Pérez.
Según cuenta Gonzales en el siguiente vídeo, al iniciar el proceso de construcción del proyecto de Estatuto Autonómico después del 2009, se vio la participación de las mujeres líderes de los ayllus y comunidades, “pero su palabra no estaba reconocida”.
En el 2017, cuando se retomó el debate para la conformación del Órgano Deliberante, Gonzales cuenta que entre las 27 personas que integraron el cónclave, tres eran mujeres en las suplencias.
“En las markas, las tata-autoridades son chacha –warmi, pero cuando había que elegir al Órgano Deliberante, solo ha entrado una mujer y como suplente. En el proceso, un hermano ha renunciado y ha entrado otra hermana que era del ayllu Ucumasi”, cuenta Gonzales.
“Ahora eso no quiere decir que solo las dos hemos peleado; en el camino se han incorporado otras hermanas que han adherido algunos artículos a favor de la mujer (en el Estatuto), porque sino nos hubiéramos inhibido”, continua Gonzales.
De acuerdo con su explicación, en Salinas la participación de las mujeres aún se ubica en las bases y no ha pasado a un plano representativo, como el Órgano Deliberante. “Por ellos posiblemente hubieran sido puro varones. Ha sido una pelea de muchas hermanas que han estado en el proceso, han participado en su elaboración, han sido constantes, pero no han estado reconocidas formalmente”, indica.
* El cargo de Qulqi kamachi, máxima autoridad ejecutiva, será ejercido por Betty Condori, electa en el Jach'a Tantachawi del 30 de agosto de 2019.
El artículo 64 del Estatuto Autonómico del Gobierno Indígena Originario de Salinas reconoce como función de su gobierno “la participación de la mujer en la toma de decisiones en sujeción a las normas y procedimientos propios y la Constitución Política del Estado Plurinacional, de acuerdo a los artículos: 9, 13, 14, 15, 26, 209, 210, 270”, además de trabajar en el fortalecimiento de su participación en las políticas públicas, programas y proyectos.
“En Alcaya se ha introducido un artículo especifico que dice: reconocimiento de todas las leyes que están a favor de la mujer; pero eso ha sido a regañadientes, porque varias hermanas —estaban la hermana Julia, la hermana Yeymi, Nancy, la hermana Juana— hemos peleado para que ese artículo entre”, detalla la asambleísta.
La incorporación de este artículo específico representa un gran logro para las mujeres salineñas; sin embargo, reconoce Gonzales, aún se debe trabajar en la reglamentación que permita a las mujeres tener mayor representatividad en lo que será el Gobierno, además del solo reconocimiento del chacha-warmi.
“Para nosotras todavía queda un camino arduo; el desafío de cómo va a incorporase el derecho de la mujer en un futuro para la administración del dinero, sobretodo. Cómo van a asumir las mamas, ¿tendrán que ser solo como acompañantes o también tienen que ser personas que puedan contribuir?”, cuestiona.