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Las y los panelistas durante la presentación de la revista Andamios en la ciudad de La Paz.
Durante el panel de diálogo que se desarrolló en la presentación del cuarto número de la revista Andamios, del Órgano Electoral Plurinacional (OEP), dedicada en esta ocasión a analizar los desafíos de la nueva Ley de Organizaciones Políticas, los analistas señalaron que esta norma debe responder a la actual realidad política y social que se vive en el país en cuanto al ejercicio democrático.
La presentación de la revista se realizó ante un auditorio de más de un centenar de asistentes, quienes escucharon la ponencia del panel de diálogo integrado por el investigador Armando Ortuño; el director del periódico Pukara, Pedro Portugal; y la investigadora y docente de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS), María Teresa Zegada, sobre los desafíos de la nueva Ley de Organizaciones Políticas que se encuentra en proceso de construcción por iniciativa del OEP y que este año prevé ser entregada a la Asamblea Legislativa Plurinacional para su respectivo tratamiento y aprobación.
La presidenta del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Katia Uriona, explicó que desde el OEP se planteó la construcción de una nueva Ley de Organizaciones Políticas que permita encarar el proyecto de institucionalidad democrática que plantea la Constitución Política del Estado con el reconocimiento de tres formas de ejercicio democrático, y en vista de que la norma vigente data del año 1999.
“Este cuarto número de la revista acompaña al proceso de reflexión que inicio el Órgano Electoral respecto a la Ley de Organizaciones Políticas”, mencionó.
En el análisis de la investigadora María Teresa Zegada, en la actualidad el espectro de participación y representación política no solo se circunscribe a los partidos políticos, sino que ésta se abrió a una gran diversidad de actores, que emergieron a partir de la crisis de representatividad que experimentaron los partidos políticos.
“La pregunta, entonces, está más allá de cómo hacer mejores partidos políticos para la democracia. El tema de fondo es la representación, porque ha habido un divorcio entre el sistema de partidos en Bolivia y el de representación política. Las respuestas no son tan fáciles, porque las prácticas políticas de ahora recogen las prácticas políticas históricas”, explicó.
Para Zegada, el debate deberá girar, además, en torno a qué es lo que deberían representar las organizaciones políticas en la actualidad, donde la política se desarrolla en torno a temas. “Podemos hacer una Ley de Organizaciones Políticas muy pulida, pero si no responde a las realidades está viviendo esta suerte de divorcio entre lo que queremos concebir como democracia constitucionalidad y la realidad”, manifestó.
En esa misma línea de análisis, el investigador Armando Ortuño planteó que uno de los principales desafíos que siempre enfrentaron las reformas institucionales fue su aplicación en los contextos sociales para los que fueron postulados, puesto “en política la única verdad es la realidad”, dijo.
Para Ortuño, la realidad que se vive actualmente en el país muestra de la existencia de diversas formas y medios de realizar política, de participar y de acceder al poder, por lo que el gran debate se centra en cómo lograr una reforma que sea viable para lograr los cambios que se proponen.
“Creo que el principal desafío es cómo lograr un instrumento que pueda plasmar e incentivar esta demodiversidad, esta capacidad de coexistir de las diferentes formas de organizarnos de participar en la política y cómo todas esas pueden estar ahí. Esa es la principal ambición de la Ley de Organizaciones Políticas, lo cual implica una enrome capacidad de flexibilizarse y asumir diferentes formas de participación y organización política; pero al mismo tiempo, establecer características comunes para su existencia. Esto nos lleva a reflexionar sobre hasta qué punto estas lógicas son compatibles”, explicó.
Mientras que en el análisis de Pedro Portugal, director del periódico Pukara, la crisis de representación de los partidos políticos visibilizó la creación de respuestas a las nuevas realidades sociales y políticas emergentes, y la democracia interna de las organizaciones es precisamente una de ellas.
“Tenemos una paradoja: una legislación avanzada en cuanto a requisitos de democracia formal y las formas de organización de las organizaciones políticas. Y ahí el debate es hasta qué punto una organización está sometida a este tipo de regencia y, por otro lado, si esta relación no contradice la idea de pluralidad, la existencia de otras identidades que tendrían otra idea de democracia”, aseveró.
La presentación fue acompañada por la Presidenta de Tribunal Supremo Electoral (TSE), Katia Uriona, quien se encargó de dar la bienvenida y hacer una síntesis del trabajo desarrollado hasta el momento para la construcción de la propuesta normativa; por el vicepresidente del TSE, José Luis Exeni, quien hizo los comentarios de cierre; y por el vocal del Idelfonso Mamani, moderador del panel de diálogo.
La presidenta del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Katia Uriona, explicó que desde el OEP se planteó la construcción de una nueva Ley de Organizaciones Políticas que permita encarar el proyecto de institucionalidad democrática que plantea la Constitución Política del Estado con el reconocimiento de tres formas de ejercicio democrático, y en vista de que la norma vigente data del año 1999.
“Este cuarto número de la revista acompaña al proceso de reflexión que inicio el Órgano Electoral respecto a la Ley de Organizaciones Políticas”, mencionó.
En el análisis de la investigadora María Teresa Zegada, en la actualidad el espectro de participación y representación política no solo se circunscribe a los partidos políticos, sino que ésta se abrió a una gran diversidad de actores, que emergieron a partir de la crisis de representatividad que experimentaron los partidos políticos.
“La pregunta, entonces, está más allá de cómo hacer mejores partidos políticos para la democracia. El tema de fondo es la representación, porque ha habido un divorcio entre el sistema de partidos en Bolivia y el de representación política. Las respuestas no son tan fáciles, porque las prácticas políticas de ahora recogen las prácticas políticas históricas”, explicó.
Para Zegada, el debate deberá girar, además, en torno a qué es lo que deberían representar las organizaciones políticas en la actualidad, donde la política se desarrolla en torno a temas. “Podemos hacer una Ley de Organizaciones Políticas muy pulida, pero si no responde a las realidades está viviendo esta suerte de divorcio entre lo que queremos concebir como democracia constitucionalidad y la realidad”, manifestó.
En esa misma línea de análisis, el investigador Armando Ortuño planteó que uno de los principales desafíos que siempre enfrentaron las reformas institucionales fue su aplicación en los contextos sociales para los que fueron postulados, puesto “en política la única verdad es la realidad”, dijo.
Para Ortuño, la realidad que se vive actualmente en el país muestra de la existencia de diversas formas y medios de realizar política, de participar y de acceder al poder, por lo que el gran debate se centra en cómo lograr una reforma que sea viable para lograr los cambios que se proponen.
“Creo que el principal desafío es cómo lograr un instrumento que pueda plasmar e incentivar esta demodiversidad, esta capacidad de coexistir de las diferentes formas de organizarnos de participar en la política y cómo todas esas pueden estar ahí. Esa es la principal ambición de la Ley de Organizaciones Políticas, lo cual implica una enrome capacidad de flexibilizarse y asumir diferentes formas de participación y organización política; pero al mismo tiempo, establecer características comunes para su existencia. Esto nos lleva a reflexionar sobre hasta qué punto estas lógicas son compatibles”, explicó.
Mientras que en el análisis de Pedro Portugal, director del periódico Pukara, la crisis de representación de los partidos políticos visibilizó la creación de respuestas a las nuevas realidades sociales y políticas emergentes, y la democracia interna de las organizaciones es precisamente una de ellas.
“Tenemos una paradoja: una legislación avanzada en cuanto a requisitos de democracia formal y las formas de organización de las organizaciones políticas. Y ahí el debate es hasta qué punto una organización está sometida a este tipo de regencia y, por otro lado, si esta relación no contradice la idea de pluralidad, la existencia de otras identidades que tendrían otra idea de democracia”, aseveró.
La presentación fue acompañada por la Presidenta de Tribunal Supremo Electoral (TSE), Katia Uriona, quien se encargó de dar la bienvenida y hacer una síntesis del trabajo desarrollado hasta el momento para la construcción de la propuesta normativa; por el vicepresidente del TSE, José Luis Exeni, quien hizo los comentarios de cierre; y por el vocal del Idelfonso Mamani, moderador del panel de diálogo.