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Mesa 2: Lucia Choque (izq. moderadora) Daniel Atahuichi, vocal del TSE, Freddy Villagómez y Alejandra Anzaldo, panelistas .
El análisis y debate sobre la “elección de representantes especiales indígenas. Avances y/o retrocesos en la edificación de la democracia intercultural” tuvo como tema central la aún carente representación de los 36 pueblos indígenas y la justificación de las estrategias a las que acuden para sumar más representantes en los gobiernos de los niveles territoriales.
En esta mesa de debate y análisis participaron los panelistas Alejandra Anzaldo, Freddy Villagómez, el vocal del TSE Daniel Atahuachi y como moderadora la socióloga Lucila Choque Huarín.
Anzaldo, investigadora del Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA), considera que los indígenas cuentan con una representación mínima por muchos años; pero ni siquiera hay un escaño por departamento para ellos.
“Ni siquiera tenemos un escaño por departamento. En el caso de Santa Cruz solo tienen un espacio de representación en el que rotan los pueblos indígenas. Potosí y Chuquisaca tienen pueblos; pero no tienen representación, esa es la situación”, remarcó la investigadora. Sin embargo, también reconoció que en “las Elecciones Generales del año 2020 marcaron un hito en los derechos de las Naciones y Pueblos Originarios Campesinos porque participaron sin la mediación de los partidos políticos”.
Por su parte, Freddy Villagómez cree que ya se han vivido tres procesos electorales, desde que se aprobó la representación de siete circunscripciones especiales con la participación de las Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesino (NPIOC), lo que permite ver “las tendencias, irregularidades y qué momentos se van consolidando y otros se van debilitando”. Por ejemplo, la participación de 18 pueblos que se los considera poblaciones mayoritarias, tuvieron que recurrir a hacerse reconocer como grupos minoritarios, es el caso de los Kara Kara en Yamparáez (Chuquisaca) o por otro lado sigue habiendo pueblos indígenas movilizados para que los reconozcan como los Jach´a Carangas de Oruro, comentó.
“Si bien hay cierta participación y combinación entre las democracias, todavía en el ejercicio de sus derechos de gestión son invisibilizados, no tienen peso político y se constituyen como ‘el voto de oro’; pero en otros casos se los invizibiliza”, opinó Villagómez.
Lo cierto es que la democracia intercultural debe ser una construcción y no una justificación; porque se está viendo que “en la conformación de los pueblos hay algo de colonial, porque dicen, ´pueden elegir dentro de su territorio lo que quieran pero su gestión es con herramientas del liberalismo´. Es como la Colonia se podía gobernar como quieran; pero cumpliendo dos condiciones: pagar el tributo y mandar a sus hijos a trabajar a las minas”, agregó Villagómez.
Por su parte, Daniel Atahuachi, vocal del Tribunal Supremo Electoral (TSE), recordó que la lucha de los pueblos indígenas es de más de 500 años, ya que en aquellos tiempos tenían sus formas de organizarse y una visión de vida. Asimismo, indicó que desde el Órgano Electoral se está trabajando por la democracia intercultural: “Estamos trabajando una nueva conceptualización con sus tres formas de democracia”, aseveró.
La autoridad también recordó que el rol del OEP es garantizar el ejercicio de sus derechos y proteger las NPIOC, por lo que se podría crear una Unidad de descolonización en el Órgano Electoral.
Con todo este contexto, la moderadora Lucila Choque Huarín resumió el evento como un espacio donde se discutió temas fundamentales y estructurales sobre la representación de los pueblos indígenas que sólo hay siete circunscripciones especiales, por lo que considera que la Naciones y Pueblos Originario Campesinos (NPIOC) están siendo subsumidos o sometidos a principios o normas ajenas a sus instancias.
Anzaldo, investigadora del Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA), considera que los indígenas cuentan con una representación mínima por muchos años; pero ni siquiera hay un escaño por departamento para ellos.
“Ni siquiera tenemos un escaño por departamento. En el caso de Santa Cruz solo tienen un espacio de representación en el que rotan los pueblos indígenas. Potosí y Chuquisaca tienen pueblos; pero no tienen representación, esa es la situación”, remarcó la investigadora. Sin embargo, también reconoció que en “las Elecciones Generales del año 2020 marcaron un hito en los derechos de las Naciones y Pueblos Originarios Campesinos porque participaron sin la mediación de los partidos políticos”.
“Si bien hay cierta participación y combinación entre las democracias, todavía en el ejercicio de sus derechos de gestión son invisibilizados, no tienen peso político y se constituyen como ‘el voto de oro’; pero en otros casos se los invizibiliza”, opinó Villagómez.
Lo cierto es que la democracia intercultural debe ser una construcción y no una justificación; porque se está viendo que “en la conformación de los pueblos hay algo de colonial, porque dicen, ´pueden elegir dentro de su territorio lo que quieran pero su gestión es con herramientas del liberalismo´. Es como la Colonia se podía gobernar como quieran; pero cumpliendo dos condiciones: pagar el tributo y mandar a sus hijos a trabajar a las minas”, agregó Villagómez.
La autoridad también recordó que el rol del OEP es garantizar el ejercicio de sus derechos y proteger las NPIOC, por lo que se podría crear una Unidad de descolonización en el Órgano Electoral.
Con todo este contexto, la moderadora Lucila Choque Huarín resumió el evento como un espacio donde se discutió temas fundamentales y estructurales sobre la representación de los pueblos indígenas que sólo hay siete circunscripciones especiales, por lo que considera que la Naciones y Pueblos Originario Campesinos (NPIOC) están siendo subsumidos o sometidos a principios o normas ajenas a sus instancias.