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Maria Jacopa Jacopa comparte su experiencia como mujer joven y representante de su comunidad en el Órgano Deliberativo de Jesús de Machaca.
María Jacopa Jacopa tiene 24 años y es la representante de su comunidad ante el Órgano Deliberativo de Jesús de Machaca, en La Paz. Ante la enfermedad de sus padres, a ella no le quedó más remedio que asumir la representación de los intereses de sus progenitores en la comunidad.
Como hija de muchas familias migrantes, estudió hasta el bachillerato en un colegio de La Paz; sin embargo, después de ese ciclo tuvo que asumir esta responsabilidad que la llevó a ser electa para representarlos ante el Órgano Deliberativo.
Jesús de Machaca retomó la redacción de su proyecto de Estatuto Autonómico Indígena en junio de 2018, después de nueve años. Para María, quien en 2009 –cuando se decidió acceder a la autonomía indígena– tenía 15 años, esta es su primera experiencia en la representación política de su comunidad; sin embargo, ella no tuvo que hacer el sara thaki (camino recorrido) para acceder a este cargo. Su representación fue “por un camino directo”, que en Jesús de Machaca empezó a implementarse, según cuenta.
“[Para la elección] se hace por sara thaki, eso es que de lo más bajo suben más arriba. También hay otro (camino) que es directamente: les dan oportunidad a los que son profesionales y pueden asumir un cargo; pero si es para el [cargo] jacha mallku siempre es por sara thaki, tienen que cumplir siempre los cargos que están abajo y pueden recién puedes asumir ese cargo”, explicó.
María cuenta que asumir este cargo se tornó dificultoso al principio, precisamente porque no contaba con la experiencia que te da realizar cada uno de los cargos en el sara thaki. “No se tiene tanta experiencia y en eso si he tenido dificultad de expresarme, algunas veces no te toman en cuenta, lo que dices lo pasan por alto nomás, pero en Jesús de Machaca un poco eso está cambiando”, cuenta.
Si bien esta dificultad se debió a su falta de experiencia en cuanto a la dirección de grupos, María cuenta que no encontró y no tuvo ninguna dificultad en la dirigencia por el hecho de ser mujer, más al contrario, para ella las dificultades son personales: “Creo que nosotras mismas tenemos miedo de expresarnos y decir algo, o que se burlen y rían, las mismas mujeres nos ponemos obstáculos para no participar en estos eventos. Ya hay un poco de participación, pero no al 100 %, se está trabajando en eso. En algunas ocasiones no conocemos nuestros derechos y obligaciones, y es ahí donde estamos fallando”.
Como hija de muchas familias migrantes, estudió hasta el bachillerato en un colegio de La Paz; sin embargo, después de ese ciclo tuvo que asumir esta responsabilidad que la llevó a ser electa para representarlos ante el Órgano Deliberativo.
Jesús de Machaca retomó la redacción de su proyecto de Estatuto Autonómico Indígena en junio de 2018, después de nueve años. Para María, quien en 2009 –cuando se decidió acceder a la autonomía indígena– tenía 15 años, esta es su primera experiencia en la representación política de su comunidad; sin embargo, ella no tuvo que hacer el sara thaki (camino recorrido) para acceder a este cargo. Su representación fue “por un camino directo”, que en Jesús de Machaca empezó a implementarse, según cuenta.
“[Para la elección] se hace por sara thaki, eso es que de lo más bajo suben más arriba. También hay otro (camino) que es directamente: les dan oportunidad a los que son profesionales y pueden asumir un cargo; pero si es para el [cargo] jacha mallku siempre es por sara thaki, tienen que cumplir siempre los cargos que están abajo y pueden recién puedes asumir ese cargo”, explicó.
María cuenta que asumir este cargo se tornó dificultoso al principio, precisamente porque no contaba con la experiencia que te da realizar cada uno de los cargos en el sara thaki. “No se tiene tanta experiencia y en eso si he tenido dificultad de expresarme, algunas veces no te toman en cuenta, lo que dices lo pasan por alto nomás, pero en Jesús de Machaca un poco eso está cambiando”, cuenta.
Si bien esta dificultad se debió a su falta de experiencia en cuanto a la dirección de grupos, María cuenta que no encontró y no tuvo ninguna dificultad en la dirigencia por el hecho de ser mujer, más al contrario, para ella las dificultades son personales: “Creo que nosotras mismas tenemos miedo de expresarnos y decir algo, o que se burlen y rían, las mismas mujeres nos ponemos obstáculos para no participar en estos eventos. Ya hay un poco de participación, pero no al 100 %, se está trabajando en eso. En algunas ocasiones no conocemos nuestros derechos y obligaciones, y es ahí donde estamos fallando”.